Seguimos en Bit2Me celebrando ‘El día del Cuñao’ con una promoción muy especial con la que te puedes traer a tu ‘cuñao’ y a quien tú quieras a Bit2Me y llevarte 25€ en Bitcoin tú y otros 25€ esa otra persona. Pero, para identificar bien a un ‘cuñao’ hoy toca hacer una clasificación de los mismos, a ver si te has encontrado con alguno de ellos. Seguro que sí.
El sabelotodo
Este cuñao es el experto auto-proclamado en cada conversación. No importa el tema, siempre tiene algo que decir y rara vez admite que podría estar equivocado. A menudo interrumpe para ofrecer su «conocimiento», incluso en temas sobre los que claramente no es un experto.
El fanático del deporte
Vive y respira deportes. Puede recitar estadísticas de jugadores y equipos, y nunca se pierde un partido. Suele ser muy crítico con las decisiones de los entrenadores y árbitros, creyendo que él lo haría mucho mejor.
El político amateur
A menudo inicia debates políticos en reuniones familiares o con amigos. Tiene opiniones fuertes sobre cada tema político, sin importar cuán complejo sea, y rara vez escucha puntos de vista opuestos.
El entendido en vinos y gastronomía
Se jacta de su paladar refinado y conocimiento en vinos y platos exóticos. Le gusta criticar la comida en los eventos y ofrecer recomendaciones de restaurantes que nadie ha pedido.
El tecnológico
Siempre tiene el último gadget y no duda en explicar por qué es superior a todas las demás opciones. Disfruta dando consejos tecnológicos no solicitados y critica las elecciones de dispositivos de los demás.
El viajero
Habla constantemente de sus viajes por el mundo, a menudo comparando desfavorablemente su entorno actual con los lugares exóticos que ha visitado. Tiene una anécdota para cada situación, usualmente relacionada con algún viaje.
El negativo
Ve el vaso medio vacío en cada situación. Es pesimista y a menudo propaga su negatividad, hablando de cómo todo era mejor en el pasado y cómo las cosas solo pueden empeorar.
El que siempre tiene razón
Incapaz de admitir errores o derrotas, argumenta incansablemente hasta que los demás se rinden. A menudo cambia de tema o distorsiona los hechos para mantener su posición.
El exagerado
Cada historia que cuenta es una epopeya o un desastre monumental. Tiene una habilidad especial para convertir los eventos más mundanos en narrativas dramáticas y emocionantes.
El nostálgico
Añora constantemente «los buenos viejos tiempos» y compara todo negativamente con cómo eran las cosas antes. Lamenta la pérdida de lo que considera valores tradicionales y desprecia las nuevas tendencias y modas.