La industria del entretenimiento ha evolucionado mucho desde las primeras películas en blanco y negro, cuando solo se generaban ingresos mediante ventas de entradas en taquillas de cines. Desde entonces, y acompañado por los avances tecnológicos que lo han hecho posible, han ido surgiendo nuevas vías de distribución y monetización para la industria como las cintas VHS, DVDs, plataformas de streaming, suscripciones recurrentes, compras y descargas online, etc.

Plataformas de streaming como Netflix, HBO, Twitch o Amazon Prime entre otras, han cambiado fundamentalmente la manera en la que las personas consumen contenido de entretenimiento hoy en día. Es importante destacar que todos los avances y mejoras que se han implementado en los últimos años han sido siempre para ofrecer mejores tarifas, mayor comodidad, flexibilidad e independencia al usuario de estas plataformas. Por ello, hemos visto una rápida evolución en la forma en que las marcas promocionan y distribuyen sus productos a consumidores, buscando su acercamiento para estrechar el vínculo entre empresa y cliente, incluso mediante metodologías de “revenue sharing” o recompensas. Muchas marcas buscan crear un ecosistema digital seguro que permita recompensar a consumidores en base al nivel y frecuencia de interacción con sus productos, dar acceso a experiencias y eventos exclusivos, todo con el objetivo de afianzar al usuario. 

No obstante, algunos de los problemas que siguen existiendo en la industria son la falta de transparencia y la complejidad para conseguir financiación. Los inversores y los productores tienen que pasar por varias etapas de negociación, a menudo exclusivamente en persona, antes de poder llegar a un acuerdo sobre el financiamiento de un proyecto. Una vez finalizado el proceso, puede resultar difícil para los inversores realizar un seguimiento de sus inversiones e ingresos provenientes de ellas y de la misma forma, a las productoras les resulta complicado gestionar el reparto y trato correspondiente a miles de inversores individuales.

La única forma de llevar esto a cabo esta tarea de forma inmutable y robusta es mediante el uso de tecnología blockchain y en muchos casos, smart contracts. La tecnología blockchain surgió en 1991, pero su reciente crecimiento y adopción masiva ha abierto las puertas a la industria del entretenimiento para potenciar nuevas vías de comunicación, financiación de proyectos, distribución de ingresos o gestión de fondos para promoción y marketing, entre muchas otras mediante la tokenización.

¿Cómo se aplica la tokenización a la financiación de proyectos?

Una empresa o productora puede conseguir financiación para su proyecto emitiendo y vendiendo tokens (desarrollados sobre una blockchain segura y descentralizada) que representan una fracción de propiedad de la película, serie o programa en cuestión. Con ello, la industria del entretenimiento crea así un nuevo mercado que no existía antes además de vías de monetización enormes, permitiendo que miles de inversores minoristas puedan ahora respaldar financieramente los proyectos de sus actores o directores preferidos. 

En la industria del cine, la tokenización ya ha sido utilizada como metodología de financiación en algunos proyectos como «The Pit» dirigido por Justin Benson, quien utilizó esta tecnología para ofrecer tokens y así financiar una parte de su película. En este proyecto, los inversores podían comprar tokens que representaban una participación en la propiedad de la película, lo que les permitía recibir su parte de correspondiente de los ingresos generados por la venta de entradas y los derechos de autor. La venta de tokens permitió que el proyecto obtuviera financiamiento sin tener que pasar por el proceso tradicional de la industria y sobre todo, sin tener que ceder derechos de propiedad intelectual de su proyecto.

¿Cómo se puede mejorar la transparencia en la industria mediante la tokenización?

La tokenización hace que el proceso de financiación sea más transparente ya que los tokens, que representan la inversión y propiedad en el proyecto, están siempre accesibles para todo el mundo en la blockchain. Además, los ingresos generados por la película o serie podrían distribuirse automáticamente mediante smart contracts a los inversores, lo que garantiza que los inversores reciban sus ganancias de forma justa y transparente. Los inversores a su vez tienen la capacidad de ver exactamente cuántos tokens poseen, extraerlos a otra wallet digital o, si quisieran, vender esos tokens en el mercado secundario. 

Impulsado por la tecnología blockchain, la tokenización da lugar a un mercado internacional para comprar o intercambiar tokens de películas de la misma forma que acciones en bolsa o mejor, dado que el mercado Web3 está ‘abierto’ 24/7. 

Estos tokens están disponibles para venderse a inversores y fans de la película/serie antes de su futuro lanzamiento, y luego se podrían comercializar en un mercado secundario en base al nivel de interés y expectación que haya en el mercado para esa película. De esta manera, las productoras de cine o empresas de streaming podrían obtener ingresos adicionales que no dependan del número de entradas vendidas o suscriptores, sino de la demanda de los tokens en el mercado secundario. 

Cualquier persona con acceso a internet tiene ahora la posibilidad de realizar una inversión en una película o serie desde cualquier parte del mundo, haciendo de la industria del entretenimiento un lugar mucho más inclusivo y global. En los próximos años, a medida que la tecnología de blockchain se convierta en una parte cada vez más esencial de la economía global, es predecible que la tokenización acabe siendo la metodología estándar en la industria del entretenimiento.