Una de las principales preocupaciones de los usuarios de criptomonedas es el consumo de energía y la emisión de Co2 en los procesos de minería de algunas criptomonedas como Bitcoin, lo que ha provocado restricciones o la prohibición de la minería en algunos países como China y ha supuesto una barrera a la adopción para muchos usuarios.
En este sentido, las emisiones de carbono producidas por la industria de producción de electricidad en todo el mundo suponen el 60% de todas las emisiones de gas del mundo, según los datos de la ONU.
En este contexto, el alto consumo de energía de las criptomonedas plantea a las empresas de criptominería la necesidad del uso de fuentes de energía renovables, que no supongan un problema para la sostenibilidad y el medio ambiente.
¿Por qué consume energía la minería de criptomonedas?
Seguramente, habrás escuchado muchas cosas sobre el consumo de energía de Bitcoin, como que utiliza más electricidad que países como Bélgica o que consume mucha energía para nada. Sin embargo, lo cierto es que Bitcoin hace un uso eficiente y de valor para la cantidad de energía que consume.
El motivo del elevado consumo eléctrico de Bitcoin es que, a medida que más equipos de minería se incorporan a la red, mayor es la dificultad para extraer las criptomonedas. Esto significa que hay miles de millones de ordenadores conectados en todo el mundo trabajando para resolver los algoritmos que permiten extraer las criptomonedas.
En este sentido, al contrario de lo que se suelen pensar, las máquinas de minería no solo de dedican a realizar operaciones matemáticas para resolver el hash, sino que también tienen que comprobar todas las transacciones anteriores para garantizar que no haya operaciones duplicadas, lo que requiere una gran potencia de computación y, a su vez, grandes cantidades de energía.
Aunque hay muchos mitos sobre el consumo de energía de Bitcoin y otras criptomonedas PoW, lo cierto es, en 2021, la red Bitcoin solo consumió el 0,54% de la energía eléctrica de todo el mundo, unos 134 TWh. En promedio, cada transacción de la red costó casi 1400 kWh, el equivalente a la electricidad que utiliza un hogar medio estadounidense.
Como podemos ver, es cierto que las redes de criptomonedas PoW, aquellas que se generan mediante minería, consumen mucha energía. Sin embargo, no tiene por qué ser algo malo, ya que existen muchos proyectos para utilizar fuentes de energía renovable que pueden ser beneficiosas para las criptomonedas a largo plazo y, de paso, ayudar a cumplir con los objetivos verdes.
¿Qué fuentes de energía renovables podemos utilizar para la minería de criptomonedas?
Fuente #1: Hidroeléctrica
Una de las energías renovables más económicas que existen es la hidroeléctrica. Se trata de la transformación de la fuerza del agua en energía eléctrica, mediante grandes infraestructuras y con una emisión cero de carbono.
Argo Blockchain fue una de las primeras empresas de minería de criptomonedas en expresar sus preocupaciones sobre las emisiones de carbono en 2018, cuando anunció la creación de una central minera en Québec, que estaría alimentada por energía hidroeléctrica.
Algunos países con grandes masas de agua, como Noruega y Suecia, también disponen de centrales de minería que utilizan energía hidroeléctrica.
Por otra parte, la ciudad de Nueva York y la de Wenatchee, en Washington, cuentan con sendas plantas hidroeléctricas restauradas para minar Bitcoin.
Finalmente, cabe señalar que Venezuela está considerado el país más barato del mundo para minar criptomonedas, ya que un 64% de la electricidad se produce mediante energía hidroeléctrica.
Fuente #2: Energía mareomotriz
Hablando del agua, ¿dónde puede haber más que en el mar? Las plantas de energía mareomotriz utilizan grandes turbinas, colocadas por debajo del nivel del mar, que capturan el movimiento de las grandes masas de agua, tanto en mares como en océanos, y generan electricidad sin emisiones de carbono.
Por ahora, se trata de una opción meramente experimental, ya que la tecnología que se utiliza para este tipo de plantas todavía sigue en desarrollo. Sin embargo, la planta de energía mareomotriz más grande del mundo, instalada en Corea del Sur, dispone de capacidad para generar más de 500 gigavatios hora al año.
Fuente #3: Geotérmica
La energía geotérmica es aquella que aprovecha el calor natural del interior de la Tierra, así como la producida por el magma, que se filtra por las grietas de la corteza terrestre, y la actividad volcánica.
Esta fuente tiene algunas ventajas frente a otras energías verdes y es que no necesitamos que “venga hasta nosotros”, sino que podemos ir a buscarla nosotros mismos, ya que está disponible en todo el mundo, solo tenemos que buscar bajo nuestros pies. Además, no tiene los problemas de intermitencias que tienen otras fuentes renovables como la eólica o la energía solar. Por desgracia, la geotermia tiene un inconveniente; el precio de las infraestructuras.
Algunos países, como Islandia o Kazajistán, ya están explotando esta energía renovable. Siendo Islandia una de las pioneras en la creación de granjas de minería de criptomonedas basadas en energía geotérmica. En este caso, la isla septentrional dispone de otra ventaja y es que, al disfrutar de temperaturas muy bajas durante la mayor parte del año, los equipos mineros se mantienen más frescos y se requiere una menor inversión en equipos de refrigeración.
El Salvador es otro de los países que también han apostado por la energía geotérmica para la minería, en este caso de Bitcoin. A raíz de la Ley Bitcoin, que convierte la criptomoneda en moneda oficial, el presidente Nayib Bukele señaló que se aprovecharían las centrales geotérmicas del país para la minería de Bitcoin.
Fuente #4: Energía nuclear
¿Energía nuclear como energía verde? Pues sí, ya que recientemente la Comisión Europea ha declarado la energía nuclear como verde, al menos hasta 2045. Según Green Pact, se trata de un tipo de energía que apenas produce emisiones de dióxido de carbono, además de ser fiable y estar funcionando continuamente.
De hecho, John Koteck, vicepresidente senior de desarrollo de políticas y asuntos públicos del Instituto de Energía Nuclear, señaló que se trata de un recurso ideal para la minería de las criptomonedas, ya que está disponible las 24 horas del día, los 7 días de la semana, y permite a las centrales realizar un uso más eficiente de la energía que producen.
Compass Mining anunció en junio de 2021 la firma de un acuerdo con la startup de fusión nuclear Oklo que proporcionará 150 MW de energía limpia con la instalación de una serie de “minirreactores”.
Más reciente es el proyecto Nautilus Cryptomine, creado por la empresa minera TeraWulf en asociación con Talen Energy Corporation, cuya fase 1 planea generar 180 MW de capacidad minera libre de emisiones de carbono
Fuente #5: Gas natural
Uno de los subproductos habituales de la extracción de petróleo es el gas natural. Este gas, que se llama “gas de venteo”, se suele quedar varado y las plataformas petroleras queman este excedente, ya que no suele resultar rentable tratarlo o venderlo. Esta quema de gas natural no solo es mala para el medio ambiente, sino que también produce pérdidas en las compañías petrolíferas.
ConocoPhillips, una de las principales compañías petroleras mundiales, ha creado un proyecto piloto en Dakota del Norte con el que aprovechar el gas natural de “venteo” para la minería de criptomonedas.
Por su parte, Crusoe Energy, otra de las compañías petroleras que han implementado este sistema, ha señalado que el uso de este gas excedente en minería de criptomonedas permite reducir un 64% las emisiones de carbono, con respecto a la quema producida con el “venteo”.
Giga Energy Solutions, formada por dos estudiantes de la Universidad de Texas, se dedica a minar Bitcoin utilizando el gas natural producido por las perforaciones petroleras. Giga coloca un contenedor lleno de computadoras mineras junto a los pozos de perforación y desvía el gas natural para convertirlo en electricidad con la que alimenta los equipos mineros.
Fuente #6: Conversión de residuos sólidos y reciclaje
En este caso, estamos frente a otra idea que aún no se ha puesto en marcha. Esta ha sido propuesta por Ibrahim AlHusseini, fundador de FullCycle Energy, y consiste en utilizar las nuevas tecnologías desarrolladas para transformar los residuos, tanto sólidos como líquidos, generados en todo el mundo en nuevas fuentes de energía.
El tratamiento actual de los residuos sólidos, sobre todo en países en vías de desarrollo, no es eficiente, ya que suelen limitarse a una quema, cuyos restos terminan sobre los suelos o en las aguas.
La idea de AlHusseini no solo permitiría encontrar una fuente de energía limpia para la minería de Bitcoin, sino que resolvería una parte importante del tratamiento de residuos en aquellos países en los que más problemas genera el procesamiento de las basuras.
Fuente #7: Residuos de explotaciones de carbón
Otra fuente de energía alternativa son los residuos de la explotación de carbón. Esta técnica está siendo utilizada actualmente por Stronghold Digital Mining, que aprovecha los restos de las explotaciones de carbón, que habitualmente se quedan pegadas a los suelos, para extraer energía, mediante la quema controlada, con la que alimentar las instalaciones mineras.
Los desechos de carbón han sido clasificados como recurso de energía alternativa de Nivel II por el estado de Pensilvania y son capaces de generar una capacidad de 165 megavatios (MW).
Los residuos de la extracción de carbón han sido un problema, ya que contaminan las reservas de agua, el aire y también son causa de incendios forestales.
¿Qué pasa con la energía eólica y solar?
A pesar de que la energía solar y eólica son limpias y económicas, cuentan con algunos problemas que las hacen poco atractivas para la minería de criptomonedas.
En primer lugar, las instalaciones solares y eólicas deben instalarse en entornos rurales, alejados de las redes de energía principales, en segundo lugar, estas zonas rurales alejadas no suelen contar con buenas infraestructuras de conexión a Internet , algo necesario para la minería de criptomonedas, finalmente, hay que destacar que el viento y el sol son elementos intermitentes que no funcionan el 100% del tiempo.
Estos problemas requieren de la instalación de grandes grupos de baterías que recogen la energía y la mantengan a lo largo del tiempo. Por tanto, no suelen estar entre las opciones favoritas de los mineros de criptomonedas.
Sin embargo, esto no significa que no se utilicen, ya que se trata de energías muy económicas y escalables. De hecho, ya contamos con el ejemplo de Zcash, creada por el ingeniero y artista Julian Oliver, cuyo proyecto Harvest utiliza una turbina eólica de 700W para alimentar un equipo de minería de Zcash, cuyos beneficios se destinan a la investigación del cambio climático.
La verde realidad del consumo energético de las criptomonedas
En 2021, casi la mitad de la energía utilizada para la minería en la red Bitcoin ya provenía de fuentes renovables. Esto significa que estamos frente a un nuevo paradigma energético, donde Bitcoin y otras monedas de PoW no deberían representar un problema para el medio ambiente.
Gracias al auge de la comunidad y a la continua evolución de la tecnología detrás de las criptomonedas, también es posible que dentro de poco tiempo podamos superar los problemas del elevado consumo de electricidad, construyendo un entorno más eficiente, más abierto y económicamente más independiente.