En la era digital, la tokenización de activos se ha convertido en un tema de gran interés para inversores, empresas y todo el mundo financiero por todas las ventajas que aporta esta nueva tecnología: seguridad, eficiencia, velocidad y automatización.
¿Qué es la tokenización de activos?
La tokenización de activos es el proceso de trasladar la representación de un activo físico real (bienes raíces, obras de arte, acciones o inmuebles) a un token digital en la blockchain.
Los tokens permiten la transferencia de propiedad, la inversión y el comercio en un entorno seguro y confiable, además de ser mucho más eficiente en cuanto a costes de transacción. Son unidades digitales que se pueden intercambiar y transferir entre personas o entidades, como cualquier otra moneda digital. La principal diferencia con estas es que cada token está individualmente respaldado por un activo real, lo cual da valor al token.
La tokenización permite “subdividir” o fraccionar un activo en cientos o miles de tokens, reduciendo considerablemente el coste de entrada para inversores interesados y, a la vez, aumenta la liquidez del activo en el mercado. Un caso de uso común es la tokenización de inmuebles, en la cual el propietario de una vivienda (o agencia inmobiliaria) podría emitir 1.000 tokens digitales de una propiedad valorada en 650.000€, permitiendo así que hasta 1.000 personas individuales se puedan permitir la entrada con una inversión individual de tan solo 650€ (0.1% propiedad del inmueble).
Este fraccionamiento de propiedad abre posibilidades infinitas a la mayoría de sectores (industrial, música, entretenimiento, financiero…) para dar pie a nuevas metodologías de distribuir activos tanto físicos como digitales, verificar propiedad y garantizar trazabilidad y transparencia de los mismos.
Tipos de tokens
Para tokenizar un activo, primero se debe entender que hay dos tipos de tokens: Fungibles y No Fungibles (NFT). La elección de una opción u otra dependerá totalmente del tipo de activo en particular, el propósito de la tokenización y en cuantas partes se desea fraccionar.
Token Fungible vs No Fungible
- Los tokens fungibles pueden intercambiarse con otros tokens del mismo tipo
- Todos los tokens son idénticos el uno al otro
- Pueden dividirse en unidades más pequeñas. Por ejemplo: un billete de $100 puede intercambiarse con otro billete de $100 o con dos billetes de $50
- Los tokens no fungibles no pueden intercambiarse con fichas del mismo tipo. Por ejemplo: un coche no puede intercambiarse con otro coche.
- Los NFT son únicos y no son similares entre sí.
- Los NFT no pueden dividirse, sino que son una unidad entera.
¿Cómo funciona la tokenización de activos?
El proceso de tokenización de activos implica la creación de tokens digitales y su registro en una cadena de bloques. La cadena de bloques es un libro de contabilidad digital que registra todas las transacciones realizadas con los tokens de forma inmutable y con un sello de tiempo. Cada token se asocia con un activo real, lo que significa que los inversores pueden poseer una parte de un activo sin tener que comprarlo por completo.
Este proceso se hace mediante la creación y ejecución de un contrato inteligente (Smart contract) en la blockchain elegida para la tokenización. El contrato inteligente establece las reglas y condiciones para la emisión y gestión de los tokens.
Una vez que se crea un token, se puede comercializar en un intercambio de criptomonedas, lo que permite a los inversores comprar y vender los tokens según la demanda del mercado. Los tokens se pueden almacenar en billeteras digitales, lo que permite a los inversores mantener sus inversiones seguras. Cualquier activo real se puede tokenizar, como bienes raíces, obras de arte, acciones, entre otros.
Ventajas de la tokenización de activos
- Mayor liquidez: los tokens permiten a los inversores comprar y vender fracciones de un activo, lo que aumenta la liquidez del activo.
- Accesibilidad: la tokenización de activos reduce el costo de entrada para los inversores, lo que brinda oportunidades a más personas para invertir en activos antes inaccesibles.
- Eficiencia: los tokens digitales eliminan la necesidad de intermediarios y reducen el tiempo y los costos de transacción.
- Transparencia: la cadena de bloques registra todas las transacciones realizadas con los tokens, lo que aumenta la transparencia y la confianza.
- Seguridad: los tokens digitales son más seguros que los activos físicos, ya que se almacenan en una cadena de bloques segura.
- Almacenamiento y transporte: con la habilidad de digitalizar con seguridad tokens reales o valores, evitamos el transporte y almacenamiento de estos mismos, haciendo mucho más fácil llevar un a Ledger (llave criptográfica en forma de USB que un baúl de oro, como ejemplo).
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